La Habana, dimensión arqueológica de un espacio habitado

13 de noviembre de 2021

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Ediciones Boloña, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

 

A pocos días de que la capital de la Isla arribe a su 502 aniversario, la presentación del libro de este sábado 13 de noviembre en la feria que ha organizado Ediciones Boloña de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH) por su 25 aniversario, resultó un homenaje a esta urbe que veneramos, amamos y debemos cuidar.
“La Habana, dimensión arqueológica de un espacio habitado” fue un texto – coeditado con Ediciones Polymita – que llevó mucho tiempo construir e idear. Así lo afirmó Magda Resik, Directora de Boloña y del Departamento de Comunicación de la OHCH, quien también aseveró que estamos ante una de las investigaciones de las de mayor rigor y que nos devuelve la ciclópea actividad arqueológica de la Oficina: “Y es que los arqueólogos son los primeros; ellos van a la avanzada en la investigación que lleva a cabo la OHCH. Van todos en busca del tesoro que evidencian quiénes fuimos y qué somos”.

 

 

Resik apuntó que ha sido el Gabinete de Arqueología de la Oficina el que ha aportado a la ciencia grandes descubrimientos y este texto dignifica y asienta esa práctica de larga data ya. “Es por eso que estamos ante un volumen que recoge el tesoro patrimonial cubano, con un exquisito acabado tanto desde el punto de vista del contenido como de la imagen (…) Un libro que tanto soñó el Doctor Eusebio Leal Spengler, quien con su visión de hombre adelantado a su época supo defender y crear el Gabinete para indagar en tiempos pasados y conocer más sobre nuestros orígenes”, aseveró.
Precisamente, esta fue una idea reiterada por todos los que hablaron durante la presentación: este libro es un tributo al Gabinete de Arqueología, a la Oficina del Historiador y al Doctor Leal, artífice de toda la obra de rehabilitación llevada a cabo en la parte más antigua de la ciudad e, incluso, fuera de ella.

 

 

Así lo reafirmó Silvana Garriga, editora del volumen, quien hizo un recorrido por su contenido, maravilloso y aportador, como bien lo calificó, además de la “mirada armónica hacia La Habana”, presente y posible gracias al arte fotográfico de Julio Larramendi, responsable principal de las imágenes registradas en las páginas (también se incluyen fotografías de antaño que nos devuelven la historia de la arqueología en Cuba).
Garriga se refirió a los estudios de caso que complementan cada capítulo y a la complejidad que resultó llevar toda la información, tanto escritural como gráfica, a un diseño atractivo, hermoso y funcional; diseño que estuvo a cargo de uno de nuestros más importantes profesionales en el ramo, amén de su juventud: Jorge Méndez.

 

 

Tanto Lissete Roura, especialista principal del Gabinete de Arqueología, como el propio Julio Larramendi y el presentador del volumen, Argel Calcines, coincidieron en que “La Habana, dimensión arqueológica de un espacio habitado” va a marcar un antes y un después en el devenir histórico del propio Gabinete, pues aquí se reflejan más de 30 años de labor de la institución perteneciente a la Dirección de Patrimonio Cultural de la OHCH, fundada el 14 de noviembre de 1987 con el fin de institucionalizar la práctica de esta disciplina con años de historia en La Habana Vieja y actualmente dirigida por Roger Arrazcaeta.
“La construcción de nuestro patrimonio lo sentimos sensorialmente porque actúa directamente sobre el equilibrio emocional este rescate de la arquitectura, de los espacios. Es por eso que este libro es más que necesario, es una obra mayúscula en La Habana y parte de una base conceptual, histórica, a partir de largos estudios e investigaciones (…) Porque son los ladrillos por donde avanza el conocimiento”. De esta manera comenzó sus palabras la Doctora Alicia García Santana, quien cerró las intervenciones, además de tener a su cargo el estudio introductorio del libro.

 

 

García Santana aseveró que esta es una obra teórica que tiene una implicación práctica, y que la labor de la OHCH, con Leal al frente durante muchos años, necesita ser llevada al papel para “construir los muros del conocimiento” y “testimoniar nuestros ancestros”.
Como también afirma en el libro García Santana, “la arqueología es la ciencia que se ocupa de la identificación e interpretación de las huellas que las comunidades humanas dejan tras de sí, en el subsuelo, en el mar, o enfoscadas en las paredes. Dichas evidencias permiten desentrañar procesos pretéritos que son clave, fundamento, de la historicidad de un sitio, una ciudad, una nación. Los resultados de tal esfuerzo tributan además a las acciones de recuperación / restauración de los bienes patrimoniales erigidos a lo largo del tiempo. Sin embargo, por lo general no se valora en su justa medida la trascendencia de esos esfuerzos que quedan implícitos en las propias intervenciones constructivas o en los objetos rescatados y exhibidos en la sala de un mueso. El texto que el lector tiene en sus manos viene a compensar, en lo que a La Habana Vieja se refiere, ese vacío, en tanto saca a la luz el sostenido trabajo de investigaciones realizadas por el Gabinete de Arqueología de la OHCH”.

 

 

Estuvieron presentes en el encuentro, además, trabajadores y directivos de la Oficina; entre ellos: Perla Rosales, Directora General Adjunta de la OHCH; Michael González, Director de Patrimonio, y Javier Leal, hijo del eterno Historiador de La Habana.
Como colofón de la cita, se proyectó el documental “La Habana desconocida”, realizado por Carlos Andrés García Rodríguez, en la Sala Polivalente del Museo de la Ciudad, y se realizó un recorrido guiado por las Murallas de Mar, donde recientes descubrimientos arqueológicos revelan nuevos restos de este lugar, el sistema defensivo más antiguo de La Habana.