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Michelle. Aniversario 20

4 de noviembre de 2021

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El 4 de noviembre de 2021 se cumplen dos décadas del paso de este intenso huracán sobre territorio cubano.

Se dispone de bastante información y suficientes datos en cuanto a este evento, pero citarlos en su totalidad sobrepasa con mucho el espacio de esta publicación; por ello, solo haremos una pequeña sinopsis según el análisis postemporada realizado en 2002 por los colegas del Instituto de Meteorología.

 

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El primer impacto de Michelle en territorio cubano se produjo hacia las 2:00 p. m. del 4 de noviembre de 2001, cuando el ojo se localizó al oeste y muy próximo a Cayo Largo del Sur. Una embarcación que navegaba en las inmediaciones reportó una racha máxima de 250 km/h, mientras en el aeropuerto local se midió una presión mínima de 949.7 hPa. Cuando se percibió la calma vorticial, las pistas de esa instalación y las áreas del centro turístico del Cayo ya estaban cubiertas por la marea de tormenta. A esa misma hora, Isla de la Juventud era golpeada por vientos de 160 km/h, medidos en el complejo meteorológico de Punta del Este.

 

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El centro de Michelle tocó la Isla de Cuba por Bahía de Cochinos, hacia las 6:00 p. m. de ese mismo día, con vientos máximos por encima de 210 km/h. Entonces, su centro experimentó un leve desplazamiento hacia el estenordeste que lo llevó sobre Rodas, en Cienfuegos. A las 10:00 p. m. se hallaba en Lajas, y después próximo a Cifuentes. En ese momento, el viento máximo había descendido a 175 km/h. Michelle salió al mar hacia la 1:00 a. m. del 5 de noviembre, por el este de Sagüa la Grande, en la provincia de Villa Clara.

Entre los datos más significativos del sistema está la extensión de la circulación ciclónica, que en la noche del 4 de noviembre envolvía el territorio de Cuba desde Artemisa hasta Ciego de Ávila. Varios reportes recibidos de Rodas aluden a “bolas de fuego” vistas durante el intervalo de calma en la localidad, lo que pudiera atribuirse a electrometeoros (v. g. rayos globulares, rayos “en bola” o centellas) descritos también en otros huracanes intensos.

 

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En varios puntos de la costa meridional, desde Cienfuegos hasta Júcaro, el mar avanzó como promedio un kilómetro tierra adentro; y en la costa norte, en el tramo de Cárdenas a La Habana también se produjeron severas inundaciones durante la noche del 4 y la madrugada del 5. Según la componente direccional del viento, en Playa Cajío y Batabanó (provincia de Mayabeque) ocurrió el efecto contrario. En esta última localidad, el muelle de atraque de la lancha Kometa, con calado de tres metros, quedó en seco.

Finalmente, hay que recordar que desde 1952 (49 años antes) ningún otro huracán de categoría cuatro había afectado al territorio cubano, y que en refuerzo de la coincidencia, Fox, el de aquella vez, atravesó la Isla con una trayectoria muy parecida a la de Michelle.

Estos son algunos elementos sobre aquel huracán de hace 20 años, cuyo nombre no volverá a aparecer en las listas para nuevos ciclones tropicales. A pesar del tiempo transcurrido, muchos en Cuba aún lo tienen en la memoria.

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