El alejamiento entre la OTAN y Rusia
29 de octubre de 2021
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La expulsión de ocho trabajadores rusos acreditados en la misión de la Federación de Rusia ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con sede en Bruselas, ha dado lugar a la retirada de la oficina de representación que desde hace varios años sostenía Rusia ante las autoridades de ese Pacto, (cuyo jefe militar es un general estadounidenses de forma permanente, según sus reglamentos) así informó oficialmente el canciller Serguei Lavrov.
El día 1º DE Noviembre ha sido la fecha fijada para el cierre y retirada de la representación rusa, misma fecha en que tendrá que cesar sus actividades la oficina de representación de la OTAN abierta en Moscú que, obviamente, no podrá continuar existiendo en condiciones de falta de reciprocidad.
Este paso dado por Rusia en defensa de su soberanía y dignidad y en respuesta a las falsas acusaciones infundadas emitidas por la OTAN contra los trabajadores de esa misión, tendrá indudablemente consecuencias de orden diplomático, político y también de carácter puramente práctico.
La medida de expulsión se suma a la serie de agresiones de todo tipo que el belicoso pacto militar encabezado por los yanquis viene acumulando contra Rusia, a la que constantemente amenaza desde sus fronteras y cuyo cerco trata de apretar, mientras realiza constantes ejercicios y maniobras en sus áreas limítrofes, ya sean europeas o asiáticas.
El gobierno imperialista de Estados Unidos alienta y estimula a sus socios de la OTAN a alejarse de Rusia, sancionarla y crearle dificultades económicas o comerciales y en ello juega un activo papel el actual secretario general de ese pacto, el noruego Stoltenberg, un diligente instrumento de Washington.
Curiosamente, mientras esta situación se sostiene en la OTAN, en la otra cara de la moneda –que es la Unión Europea, donde no están físicamente ni Estados Unidos ni Canadá– crecen los prejuicios y las reservas de muchos socios europeos hacia las actuaciones yanquis, que se dirigen cada vez más a cuidar sus propios intereses y desconocer a sus aliados, como ocurrió en el caso de Francia y los submarinos para Australia.
Ya Rusia ha advertido a la OTAN que toda relación con este país tendrá que hacerse mediante la embajada rusa en Bruselas, Bélgica, lo cual viene a sumarse a la ausencia ya comunicada por Moscú de las eventuales reuniones Rusia-OTAN que periódicamente se celebran entre ambas partes.
Visto todo en un plano de mayor amplitud, puede llegarse a la conclusión de que las continuas provocaciones intencionadas por parte del gobierno actual de Estados Unidos contra Rusia y también contra China, son hoy la mayor fuente de peligro –directa o indirectamente– para todas las regiones del planeta y, por tanto, contra la seguridad y la paz mundial.
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