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“Cuentos de elefantes”

14 de octubre de 2021

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“Cuentos de elefantes” es otro significativo trabajo incluido por José Martí en la cuarta edición de la revista La Edad de Oro que se editó en el mes de octubre de 1889 en Nueva York.

Él trató en ese relato acerca de las características de este animal y de la importancia que se le atribuían a sus colmillos y también otros aspectos relacionados con el continente africano.

Señaló que de África se cuentan cosas extrañas y que por dicho continente andaban muchos europeos que trataban de apropiarse de sus riquezas.

Además expuso cómo reaccionaban los africanos ante la presencia y los ataques de los europeos.

Expresó: “Cuentan muchas cosas del valor con que se defienden los negros, y de las guerras en que andan, como todos los pueblos cuando empiezan a vivir, que pelean por ver quién es más fuerte, o por quitar a su vecino lo que quieren tener ellos”.

Martí explicó que los prisioneros eran vendidos a los moros para ser utilizados como esclavos.

Igualmente señaló que a África habían ido otros hombres buenos que se oponían a esas ventas de seres humanos y que se caracterizaban por el ansia de saber y que vivían entre las tribus bravas hasta encontrar una hierba rara, o un pájaro que nunca se ha visto.

Más adelante se refirió al comercio relacionado con los colmillos de los elefantes atendiendo a que el marfil era muy raro y fino y se pagaba muy caro.

Estableció una diferencia con los colmillos de mamut que habían sido encontrados en las zonas heladas de Siberia.

Y al respecto afirmó: “Ese de África es colmillo vivo…”

Seguidamente precisó que con el elefante no había que jugar, porque en la hora en que se le enoja la dignidad, o le ofenden la mujer o el hijo, o el viejo, o el compañero, sacude la trompa como un azote, y de un latigazo echa por tierra al hombre más fuerte, o rompe un poste en astillas, o deja un árbol temblando.

Detalló: “Tremendo es el elefante enfurecido, y por manso que sea en sus prisiones siempre le llega, cuando calienta el sol mucho en abril, o cuando se cansa de su cadena, su hora de furor.”

José Martí comentó acerca de las características específicas de la trompa del elefante.

Manifestó que la trompa es lo que más cuida de todo su cuerpo recio porque con ella come y bebe, y acaricia y respira, y se quita de encima los animales que le estorban y se baña.

Explicó que como 40 mil músculos tiene la trompa del elefante y precisó que no hay más modo de acobardar a un elefante enfurecido que herirle de veras en la trompa.

 

También en este interesante trabajo Martí hizo referencia a la adoración que diversos pueblos sentían por el elefante blanco.

Con respecto a ello expuso: “En Siam no es sólo cariño lo que le tienen al elefante, sino adoración, cuando es de piel clara, que allá creen divina, porque la religión siamesa les enseña que Buda vive en todas partes, y en todos los seres, y unas veces en unos y otras en otros, y como no hay vivo de más cuerpo que el elefante,

ni color que haga pensar más en la pureza que lo blanco al elefante blanco adoran, como si en él hubiera más de Buda que en los demás seres vivos.”

Martí recordó que partidas enteras de europeos andaban por África cazando elefantes y en forma específica describió como uno de los cazadores tuvo que enfrentarse a uno que estaba enfurecido.

Explicó que ante el ataque del animal el cazador se subió a un árbol que fue arrancado por el elefante y entonces para salvarse se agarró a una de sus patas traseras.

Y agregó: “Sacudírselo no podía el animal rabioso, porque la coyuntura de la rodilla la tiene el elefante tan cerca del pie que apenas le sirve para doblarla.”

Señaló que el cazador logró primero con su cuchillo herir la pata del elefante que se dirigió entonces hacia un río y cuando el animal se disponía a adentrarse en la parte más honda de dicho río el cazador le disparó con su revólver en el vientre y fue así que pudo salvarse.

Este relato de Martí tiene una gran enseñanza porque mediante su lectura se puede apreciar como la mayoría de los europeos que se habían trasladado a África lo habían hecho con el interés de apropiarse de sus riquezas y también como atentaban contra su fauna al realizar la cacería indiscriminada de diversos animales y de forma muy especial de los elefantes.

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