Ramón de la Sagra
29 de julio de 2021
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En más de una enciclopedia hallará el nombre de Ramón de la Sagra, científico y naturalista de La Coruña, nacido el 8 de abril de 1798, que arribó a Cuba a comienzos de 1821. Anduvo entonces por varias ciudades durante aquella primera estancia, después volvió a España y al regreso, en 1823, lo hizo ya en mejor posición, obteniendo el apoyo necesario para ocupar la cátedra de Historia Natural.
Su presencia de inmediato se hizo notar. Integra como miembro la Sociedad Económica de Amigos del País y en 1827 se le expide el nombramiento de director del Jardín Botánico de La Habana.
Junto a Tomás Romay, José de la Luz Caballero y otros, se le invita a constituir la Academia de Ciencias Médicas de La Habana y le corresponde el mérito de ser el iniciador de los estudios de geología y mineralogía en Cuba, sistematizando la observación de varios parámetros meteorológicos.
Hombre de afanes investigativos, con una variada curiosidad por el conocimiento, su obra escrita incluye títulos sobre botánica, agricultura, industria rural, temas económicos, población, comercio… lo cual nos revela que estamos ante un polígrafo.
De la Sagra estuvo a favor del desarrollo de la economía, aunque siempre dentro de sus miras estaba el servicio de la colonia a España. No obstante, enjuició la esclavitud con severidad y comprendió que a la larga era perjudicial para la economía de la Isla. Don Ramón estaba permeado del pensamiento europeo de la época y no era un peninsular apegado a los tradicionalismos que alejaban a España de las corrientes más progresistas del continente.
Ha señalado la investigadora Carmen Almodóvar que “el escritor gallego trabaja arduamente, persigue el dato y elabora estos para brindar una novedosa información y cuadros estadísticos de utilidad. Cuenta con el respaldo del Superintendente Claudio Martínez de Pinillos para el acceso a las dependencias oficiales, cuyos datos precisa consultar, así puede revisar materiales en los archivos del Real Consulado, del Tribunal de Cuentas, de la Aduana de La Habana, los libros parroquiales, así como los archivos de la Sociedad Económica de Amigos del País, entre otros”.
Los textos suyos ya no conservan el valor de siglo y medio atrás. Ello es natural, por cuanto se redactaron desde la óptica de un pensamiento colonial. Sin embargo, tampoco es para olvidarlos, como tampoco al personaje que los redactó. Ramón de la Sagra murió en París el 25 de mayo de 1871, fecha de la cual se cumplen ahora 150 años.
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