Noticias a mitad de semana
15 de julio de 2021
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Al titular esta pequeña crónica con el nombre de «noticias en mitad de semana», empezaré por destacar algunos titulares de la prensa cubana, de esos que pasan inadvertidos para muchas agencias y medios que incluso cuentan con corresponsales acreditados en la Isla.
«Del mundo para Matanzas: médicos de la brigada Henry Reeve». El contenido informativo de la nota se refiere a la solidaridad de nuestros galenos, que al igual que son capaces de brindar ayuda en los más apartados parajes de más de cien países, lo hacen en la provincia matancera, donde el pico de la pandemia ha tensado los servicios de salud, motivo por el cual se han establecido protocolos estrictos para controlar y vencer la enfermedad.
Recordemos a quienes quisieron convertir en maniobra política sin ética la presencia de la nueva cepa viral en territorio yumurino, que en esa tierra, victoriosa en Playa Girón, mayor polo turístico del país y con componentes más que suficientes para certificar el mérito de su gran pueblo, además del esfuerzo de sus propios trabajadores de la salud, ahora se hace realidad una expresión que lo resume todo: «somos Cuba».
Y si alguien lo duda, allá ellos.
De esa propia provincia hay otro titular de prensa: «Sincroniza la termoeléctrica Antonio Guiteras al Sistema Eléctrico Nacional».
Al respecto, mucho se ha fabulado en redes sociales y medios occidentales sobre «los apagones» en Cuba. Lamentablemente, todavía estoy por leer en ellos, alguna noticia verdadera sobre los porqués de las dificultades en esa y otras plantas generadoras. No aparece algún párrafo que al menos explique lo difícil o imposible que resultan adquirir los componentes necesarios para realizar los mantenimientos imprescindibles y planificados debidamente o que recuerde al mundo que esas plantas que trabajan con petróleo y derivados sufren la persecución que hace Estados Unidos para que a Cuba no llegue embarcación alguna con tan imprescindibles contenidos.
Otro titular de la prensa cubana: «Aprueban ensayo clínico de Mambisa y Abdala en convalecientes».
Para quienes allá en el imperio vecino que nos quiere destruir, no conocen el significado de ambos nombres, me limito a recordarles que son dos de nuestros cinco candidatos vacunales contra la Covid, uno de ellos, Abdala, ya convertido en VACUNA.
Es parte de lo que hace este país, sus científicos, trabajadores de la salud y su Gobierno, en el esfuerzo cotidiano para garantizar a todo el pueblo —incluyendo a esos llamados opositores—, ese bien principal que es la salud.
Esta, gústele o no a los vecinos del Norte, es la vida que transcurre en nuestro país, esa vida que tantas veces han querido convertir en muerte, con los bárbaros actos perpetrados durante estos sesenta años, entre ellos un bloqueo genocida, amenazas militares e invasiones y atentados de todo tipo y sanciones que en medio de una pandemia se convierten en la más criminal acción de los gobiernos de Estados Unidos, incluyendo el actual.
Desde allí y usando millones de dólares, se empeñan en fabricar llamados «opositores», en la mayoría de los casos usando delincuentes comunes, vagos involucrados en robos, y hasta asesinos como se evidencia en quienes arremeten contra la autoridad y el pueblo, agrediéndolos con armas blancas, usando punzones, piedras, palos, y cuanto encuentran a su paso.
Llaman «opositores» a los que rompen vidrieras y puertas de centros comerciales y roban sus artículos o a quienes destruyen autos —estatales y privados—, ofenden y agreden a un policía, asaltan y tratan destruir edificios de instituciones, destruyen vías públicas, entre otros muchos actos, violentando la ley y el orden y desafiando la estabilidad y la seguridad ciudadanas.
Resulta hasta curioso, además de repulsivo, el uso festinado que dan a sus celulares para dejar constancia de sus «acciones opositoras». Y luego, parece que son tan ignorantes que no se percatan que esas mismas imágenes que suben desesperadamente a la red de redes, son la mejor constancia para que el pueblo los identifique y los repudie… y que la justicia los llame a rendir cuenta por sus actos.
Repugnante es, además, que quienes los «contratan» para esas maniobras «opositoras» le ofrecen unos dólares por la contribución a acabar con el régimen cubano.
Se convierten en mercenarios de pacotilla, y muchos, en verdaderos terroristas, ladrones y asesinos.
Seguro estoy que nuestro pueblo sabe identificarlos y que tiene plena confianza en la justicia que los llamará a contar por estos hechos criminales, con el negativo valor agregado de que hacen este montaje mediático en medio de una pandemia y propician su contagio y proliferación.
Veremos si ante los tribunales, se seguirán llamando solo «opositores».
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