Messias obsesionado
5 de julio de 2021
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Jair Messias Bolsonaro, quienlogró la Presidencia de Brasil mediante la encarcelación de Luiz Inacio Lula da Silva, gracias al fiscal Sergio Moro, acaba de declarar que no entregará el cargo si pierde en las próximas elecciones del 2022, porque eso sólo pasaría si hubiera fraude.
Esto, que no tiene pies nicabeza, si concuerda con algunas de sus declaraciones acerca de que no permitirá que Lula fuera nuevamente electo presidente.
A poco más de un año de distancia de las elecciones,Bolsonaro adelantó, sin ninguna prueba, que el proceso electoral del 2022 será problemático, y anticipó la aparición de la manipulación de los votos.
“Va a haber problemas el año que viene, me estoy anticipando; según cómo están las cosas va a haber un fraude descarado, si no hay elecciones confiables, vamos a tener problemas”, dijo el cínico presidente brasileño.
A pesar de su extraña alerta, Bolsonaro mencionó que, si todo marcha dentro del cauce legal, no tendría inconvenientes en aceptar los resultados de las votaciones. “Le entregaré la banda presidencial a quien gane las elecciones limpiamente. No con fraude”, añadió el polémico mandatario de derecha.
Conocedor de que muy probablemente se juegue la reelección ante Lula,indicó que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) forma parte de la trama para robar las elecciones. “Lo sacaron de la cárcel y después lo tornaron elegible para que sea presidente a través de un fraude”, mencionó.
Las advertencias del presidente llegan unos días después de que Lula da Silva anticipó que Bolsonaro perderá la reelección por el hartazgo de los brasileños. El otrora mandatario izquierdista no confirmó sus intenciones de presentarse en la boleta, pero insinuó que buscará competir por la presidencia en el 2022.
Lula recuperó sus derechos políticos y con ello la posibilidad de participar en las elecciones del próximo año, después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) anuló todas las sentencias en su contra por el caso Lava Jato., una trama montada por Moro, quien recibió adoctrinamiento al efecto durante dos años en Estados Unidos y puso en práctica en su país para evitar que el ex presidente fuera candidato en las elecciones en las que salía de favorito frente al ultraderechista Messias.
El pasado día 30, una encuesta publicada por el Instituto de Inteligencia en Investigación y Consultoría (IPC) detalló que Lula da Silva lidera las preferencias rumbo a la elección del 2022 con el 49%. Por su parte, Bolsonaro tiene el 23% de las intenciones de voto.
La popularidad de Bolsonaro ha caído a consecuencia de su manejo de la pandemia de COVID-19. Además, está en la mira de las autoridades por un escándalo de corrupción en relación a la compra, a sobreprecio y a través de una empresa fantasma, de millones de vacunas contra el coronavirus.
SERVILISMO
Por tercera vez, Bolsonaro enviótropas a la Amazonía con el presunto intento de evitar que se siga incendiando el consideradopulmón del planeta, y admitió que lo hizo paracomplacer a Estados Unidos, y demostrarle que lucha a favor del mejorar el medioambiente.
El 23 de junio, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Sales, anunció su renuncia en medio de fuertes críticas a su gestión y dos investigaciones en torno a sus acciones respecto a supuestas operaciones de tala ilegal.
Bolsonaro insiste en culpar a la población indígena por los incendios en la Amazonía y el Pantanal, dijo EFE, alegando que forma parte de costumbres ancestrales.
Pero la realidad dice otra cosa, porque miles de habitantesoriginarioshan sido expulsados de sus tierras en el lugar, para dar paso a unverdadero ejército de depredadores al servicio de latifundistas locales y empresas extranjerasinmersas en la tala de árboles, crianza de ganado vacuno y explotaciónminera, que ha provocado en algunos casos el envenenamiento de sus aguas y la muerte por ello de numerosos indígenas.
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